martes, 7 de julio de 2009

Porque ya no se disimular


Con aguja e hilo tejen las noticias nuevas misivas para mi corazón. Agujerean el alma traspasando la carne, llegando hatsa mi interior.
Plañideras fugaces que velan por kien no se ha ido, el que ya espera el tren del futuro perdido, cantando las nanas que hablan de adiós.
Sangra la palabra cansada de andar un camino que tantas veces han recorrido y ya no quieren volver a pisar, sangran las palabras que antes al unísono lloraban en cada compás. Y tropiezan de nuevo y las miro y veo que ya ninguno keremos andar. Ninguno podemos seguir, no sin mirar atrás y ver la jodida verdad. Ke el Mundo es solo para algunos, que mutxos que sobran no se kieren martxar, ke no yo niero irme, pero, por si sirve de algo, cuando llegue el momento de confesar, cuando se abra el libro de la vida, cuando las puertas me esperen y las llaves suenen, por lo menos que se sepa, que no quería irme, pero que no podía más. Que analizr una vida, puede ser generoso, y justo, pero ke hay pasados ke es mejor no tokar, ke saben a futuros podridos, a música de esa que se escucha cuando se está deprimido, de esa ke akompaña a la gente ke no tiene kn kien estar.
Me llueven los besos y aún así mi cabeza perdida no se puede consolar, ni con miembros cercenados, ni teorías infalibles ke parece ke han ido a caducar.
Y me miro y no sorío... porque ya no se disimular.

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